Mar, 13 08 2024

Leandro Delgado: “No investigo para mi ficción, pero la creación de una estructura se potencia con la investigación"

El director del Doctorado en Comunicación y editor de la revista Dixit profundizó sobre su trabajo como investigador y escritor

Leandro Delgado convive con varios mundos: el de su rol como director del Doctorado en Comunicación de la Universidad Católica del Uruguay (UCU); el del investigador; el del editor; el del escritor; el del lector amante de la ciencia ficción. En su tiempo libre, escribe ficción. En sus investigaciones se centra, actualmente, en comunicación y cultura en la recuperación democrática en Uruguay y pensamiento ambiental en la literatura de no ficción latinoamericana. Es, también, editor de la revista Dixit de la UCU.

Sobre esos mundos que conviven, la investigación en Comunicación y el Doctorado -que ya va por su segunda generación- profundizó en la entrevista que sigue a continuación.

¿Qué balance se puede hacer del Doctorado en Comunicación?

En el área de la investigación en Comunicación, la Universidad Católica siempre fue pionera. Primero como Licenciatura de Comunicación, luego en ofrecer maestrías de Comunicación, luego en revistas profesionales y académicas, y ahora en el doctorado. Seguimos siendo la universidad que está presentando ofertas novedosas en investigación en Comunicación. Que el llamado a la segunda cohorte haya sido exitoso, posiciona bien a la universidad, a la Escuela de Posgrados, al Departamento y por supuesto al programa, que está orientado hacia la investigación de cada estudiante desde el primer día. No hay que hacer una cursada de un año o dos para luego ver qué quiere hacer el estudiante. Se trabaja sobre la propuesta de investigación con la que se postula.  

En tu caso, ¿cómo conviven el perfil académico y profesional?

Ahora no trabajo como periodista, pero siento que igual pienso como periodista: qué está en la agenda, qué no está, qué falta. Y ese qué falta tiene mucho que ver con mi tarea de investigador, es decir, pensar en aquello sobre lo que no se está pensando. Eso es estar en el límite del conocimiento. Como escritor de ficción, también: las formas en las que planteo mi escritura se vinculan, en cierta forma, con mi escritura académica. Viendo la diferencia entre ambas escrituras es que entiendo la falta que hace pensar en términos de escritura académica. Aquí está el Centro Ágora, donde hay gente muy formada en la escritura que está haciendo un gran trabajo.

Cuando se piensa en quienes cursan el Doctorado o futuros candidatos, ¿a qué perfil se apunta?

Se piensa en términos de investigación dura. En el Doctorado estamos formando investigadores. La Comunicación es un campo amplio y heterogéneo, y cada cohorte tiene su perfil. Creo que las cohortes 2021 y 2024 tienen perfiles distintos. Los primeros egresados de la primera cohorte lo harán en breve, pero ya son investigadores en Comunicación, es decir, ya piensan como investigadores y eso lo ves en los seminarios de investigación, que son centrales y obligatorios.

Investigadores con variedad de temas. ¿Eso ha permitido ver todo lo que se puede explotar la Comunicación desde la investigación?

En las investigaciones hay orientaciones muy diversas y específicas. Y el staff de doctores investigadores de UCU es amplio. Y se amplía más con investigadores externos vinculados con UCU. Estamos preparados para dirigir investigaciones de largo aliento. Lo estamos haciendo.

Es un desafío para ustedes.

Por supuesto. Pensar en términos de la formulación de un problema analítico, es decir, cómo formular un problema de investigación, es lo que más cuesta, cómo trabajar para que ese problema esté bien formulado. Si tenés el problema bien formulado, tenés buena parte del trabajo resuelto. ¿Cómo resolvés esto? ¿Cómo definís tu objeto de investigación? ¿Cuáles son tus preguntas de investigación? ¿Cómo hacés tu diseño metodológico? ¿Con qué nociones teóricas vas a trabajar?

¿Cuánto te aporta esta sistematización del trabajo a la hora de pensar en escribir ficción?

Como escritor necesito desarrollar mi creatividad de una manera más libre. Hay escritores que trabajan de manera muy sistemática y con historias muy claras y predefinidas. Yo hago literatura fantástica y ciencia ficción. Entonces es un buen balance. El proceso de una investigación académica redunda finalmente en una escritura, digamos en cualquier escritura, sólida y consistente. Porque tiene que resistir a las críticas de los demás. Como académico estás expuesto de manera permanente a las críticas de los demás, en las evaluaciones que te hacen de tus artículos, de tus ponencias. Ser investigador es someterte todo el tiempo a las críticas. Y esa consistencia la obtenés no sólo en la solidez de tu propuesta, de tu diseño metodológico, etcétera, sino también en que tu escritura tiene que ser completamente transparente, tiene que dar cuenta de todo el proceso de investigación y de todas tus decisiones. Hablando groseramente: primero tenés que decir lo que vas a decir, después tenés que decir lo que estás diciendo y al final tenés que decir lo que dijiste.

Y en la ficción pasa lo opuesto.

La ficción es hacer trampas, inventar. Todo lo que digo que soy, no lo soy. Y si habla un personaje, a lo mejor soy yo. Es un mundo que no tiene mucho que ver con la investigación, al menos en mi caso, pero ambos mundos tienen sus puntos de contacto en la escritura, se presentan finalmente con la misma herramienta.

¿Ambos mundos se nutren mutuamente?

Sí, pero no me interesa ser un investigador de ciencia ficción. Hay muchos escritores de ciencia ficción que investigan sobre el tema o sobre literatura fantástica. A mí no me interesa, porque siento que me saca cierta libertad o espontaneidad en mi creación.

Más allá de investigaciones que quizás tenés que hacer para tus libros.

No investigo para mi ficción, pero las formas de crear una estructura se potencian con la investigación. En la ficción también tiene que haber una estructura sólida. Una novela es una estructura grande y compleja. Y la investigación te ayuda en esa construcción: qué quiero decir exactamente, cuáles son los pasos que necesito dar, qué decisiones tengo que tomar. 

Sabés por dónde empezar.

Sí. En mis ficciones empiezo siempre por el principio. Parece una tontería, pero no lo es. Y en una investigación también tenés que empezar por el principio.

¿Y cuál es el principio?

Las preguntas de investigación.  

¿Vos te hacés algunas de esas preguntas para tus novelas?

No. En la ficción ya estoy dentro. No hay preguntas previas. Ya entro a escribir. Es cierto que en mis investigaciones muchas veces escribo para pensar. O pienso escribiendo. Eso no quiere decir que lo que escriba, quede. Pero en la ficción, la mayoría queda. Entonces una novela me puede llevar dos meses, mientras que un artículo nunca menos de un año. Una investigación, además de la escritura, implica muchas otras instancias.

¿Y podés hacer convivir a los dos: ficción e investigación?

No. Escribo ficción en vacaciones o cuando supuestamente estoy descansando.

Pero no es tu hobby.

No, escribir en cualquiera de esas modalidades es siempre un trabajo. Entonces le saco tiempo a otras cosas. Pero no puedo no escribir. Simplemente tengo más trabajo.

¿Cuándo leés?

Ficción, de noche. Para investigar, de día. De ficción leo mayormente ciencia ficción, de los cincuenta hasta la actualidad y en inglés. No son libros fáciles de conseguir.

¿Te gusta ser fiel al relato?

No es por eso. Como el inglés no es mi idioma nativo, me aleja digamos saludablemente. Quiero decir, como además soy editor, al leer literatura en castellano, y sobre todo la escrita en Uruguay, la leo editándola. No puedo evitarlo. Y entonces no obtengo placer. Pero en inglés sí, porque no soy nativo y no puedo distinguir si una palabra específica es la más adecuada o no. Es decir, me impide editar mientras leo. Es paradójico, pero esa distancia me ayuda a disfrutar más la lectura.

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2024-08-13T10:02:00