Con el objetivo de ser y hacer comunidad junto a nuestros graduados nació el programa Alumni UCUBS. El lanzamiento oficial, que tuvo lugar el 12 de mayo, contó con Nicolás Jodal como invitado.
Entrevistado por nuestro decano y profesor, Marco Soto, el empresario y cofundador de Genexus compartió su recorrido desde los inicios como emprendedor, sus aciertos y errores, y hasta su mayor pasión. Les presentamos algunos highlights de la dinámica entrevista.
Marcos Soto ¿Qué representa para ti el año 86?
Nicolás Jodal: Fue el año en que con Breogán Gonda decidimos crear Genexus. Estábamos trabajando en Brasil como consultores y decidimos crear una compañía, alrededor de un problema que era parte de nuestro trabajo de todos los días. Así que recuerdo ese año como un año crucial para nosotros. Fue uno de esos momentos fundamentales que lo cambian todo.
Con 26 años te encontrabas emprendiendo. ¿Qué recordás de ese sentimiento o espíritu emprendedor? ¿Qué te llevó a emprender?
Para mí fue natural, tenía una pulsión interna. Había dos cosas que sabía ya en ese momento: primero, que iba a terminar haciendo alguna empresa y, por otro lado, desde la primera vez que vi a Breogán, cuando él era el presidente del Centro de Cómputos del BPS y lo vi dar una presentación, supe que quería trabajar con él. Esas dos cosas eran como intuiciones muy firmes que yo tenía.
A lo largo de todo este trayecto, ¿qué errores capitalizás y decís “de esta experiencia realmente aprendí”?
Nosotros hemos cometido una enorme cantidad de errores en el proceso, pero si me preguntás personalmente cuál es el error que más he cometido o en qué he cambiado más con el tiempo te diría que es el manejo de las personas. De más joven era bastante bruto, por la necesidad de construir cosas nuevas, por la excelencia dejaba quizás “algunos cadáveres por el camino”. Con el tiempo, empecé a valorar mucho más la idea de que no podés construir nada grande si no tenés un equipo diverso.
¿En qué lugar ubicás a la tecnología y su rol o a “la economía del conocimiento”, como se dice habitualmente ahora, en el desarrollo del Uruguay hacia el futuro?
Para mi es sustancial, en el Uruguay del futuro y también en el Uruguay de hoy. Si hay algo que aceleró la pandemia es este proceso de movernos hacia lo digital. Y la preparación para esto nunca es suficiente, cuando trabajás en tecnología e innovación es como subir una escalera mecánica al revés, como si quisieras subir por la parte que baja. Cuando pensás que estás bien, empezás ahí mismo a bajar. Tenemos que estar mejorando constantemente.
¿Qué es lo que más te apasiona?
Me apasionan las cosas nuevas, me apasiona construir. Construir cosas nuevas que antes no estaban, esa es mi pasión. Una vez lo hablaba con Pablo Atchugarry, gran escultor uruguayo, y era increíble como teníamos disciplinas muy parecidas. Él decía “una vez que empiezo una escultura no puedo parar. No tengo fines de semana ni nada” y a mí me pasa exactamente lo mismo.