Atención religiosa en las cárceles
Atención religiosa en las cárceles
Con la presencia del comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario, Dr. Álvaro Garcé, se presentó el Protocolo de la vida y atención religiosa en las cárceles.
El Protocolo de la vida y atención religiosa en las cárceles, fue presentado con el objetivo de regularizar y estandarizar la vida y atención religiosa en las cárceles, especialmente para el reconocimiento y aplicación del derecho a la vida religiosa por parte del Estado.
“El Protocolo no es simplemente un reglamento sino que es vida real, porque la institucionalidad lo ha hecho vida y lo está implementando y además es vida porque los grupos religiosos están participando y asumiendo esa tarea, que desde hace mucho tiempo lo hacen, pero ahora en un marco más claro, transparente, objetivo y de respeto por las personas privadas de libertad, por los operadores penitenciarios y por todos los referentes comunitarios”, asegura la Mag. Rosario Hermano del Departamento de Educación de UCU.
En la foto: Dr. Javier Miranda, Dr. Alvaro Garcé, Soc. Gustavo Belarra, P. Javier Galdona
Fue elaborado por un grupo de trabajo interreligioso surgido a partir del Foro Interreligioso, formado tiempo atrás. Además, contó inicialmente con el apoyo de diferentes expresiones religiosas y espirituales, como el Afroumbandismo–Atabaque, Ba’hai, Brahma Kumaris, el Consejo de Representatividad Evangélica del Uruguay (CREU), la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay (FIEU), la Iglesia Anglicana del Uruguay, la Iglesia Católica Apostólica Romana del Uruguay, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días (Mormones), la Iglesia Evangélica Luterana Unida, la Iglesia Valdense, la Nueva Congregación Israelita y los Testigos de Jehová.
Para poder presentar el Protocolo como definitivo fue necesario realizar un trabajo continuo con las autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) para estudiar la viabilidad de los diferentes aspectos de la propuesta. Finalmente, una vez realizada una experiencia piloto de tres meses en la Unidad Penitenciaria de Santiago Vázquez, se redactó la versión final y se aprobó el Protocolo, que mantiene en esencia los elementos centrales de la primera versión.
En la foto: P. Eduardo Casarotti SJ, P. Javier Galdona, Insp. Luis Mendoza, Dr. Alvaro Garcé
En la redacción de este Protocolo también participaron la Fundación Entre Todos, que dio un aporte logístico en el proceso de elaboración en conjunto con los grupos religiosos que participaron y luego también con las autoridades del INR con las que se trabajó. La Universidad Católica del Uruguay, desde el Programa de Seguimiento y Estudios Penitenciarios, dio su aporte desde lo académico, sobre todo desde la presentación de trabajos de investigación sobre las distintas prácticas religiosas dentro de las cárceles.
En la presentación expuso P. Javier Galdona, Vicario Pastoral de la Diócesis de Montevideo, quien hizo una pequeña introducción sobre el inicio del proceso que finaliza con el Protocolo. Además, el subdirector nacional técnico del Instituto Nacional de Rehabilitación, Soc. Gustavo Bellara, hizo una presentación desde lo institucional y enfatizó que “el Protocolo garantiza estandarización de instrumentos, dar mensajes claros a nuestros funcionarios, dar consignas, certezas y estandarizar esa intervención y viene a dar continuidad a una línea de trabajo que venimos desarrollando desde el INR, transitada desde un paradigma de la inclusión, de segunda oportunidad para toda la población”. Además, el comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario, Dr. Álvaro Garcé dijo que “el protocolo, no hizo nacer el derecho a la libertad a la vida religiosa, en todo caso lo reglamentó la precisó y tiende, porque está bien concebido, a asegurar su efectividad y ejercicio”. Por su parte Dr. Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos de Presidencia de la República, integró la mesa e hizo un abordaje desde la perspectiva de los DDHH le dio la “bienvenida” al Protocolo porque “significa, como resultado, una guía de acción para posibilitar el ejercicio efectivo de un derecho, pero no sólo por el resultado sino por el camino. Este protocolo es el resultado del diálogo, de la construcción deliberativa en las que participa el Estado y diversas confesiones religiosas y orientaciones espirituales”.
El Protocolo de la vida y atención religiosa en las cárceles fue presentado el 28 de mayo, en la Sala Bauzá de la Sede Central de la Universidad Católica del Uruguay.
Fotos: Alberto Pígola
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