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“Xalambrí tenía como ideal el apostolado del buen libro: estaba convencido de que los buenos libros hacen mejores personas. Por supuesto que, por su convencido catolicismo, pensaba en primer lugar en la Biblia, pero El Quijote seguía en orden de importancia porque, también de su lectura, los hombres podían crecer en virtudes humanas…”

Este ideal y su preocupación por la difusión del libro lo llevó no solo a completar su colección, sino a fundar varias bibliotecas. Entre ellas la Biblioteca Mariano Soler, en homenaje al sabio arzobispo de Montevideo y la del Círculo Católico de Obreros. También donó dos bibliotecas al Hospital Fermín Ferreira (hoy desaparecido), con libros y muebles.

Xalambrí cumplió a cabalidad el lema que aparece esculpido en el frente de una de las estanterías de madera que albergó su colección: “Los buenos libros son escalones del cielo: quien los da sube, y hace subir por ellos”.

Fragmento de la entrevista realizada a Fernando Aguerre, director del Centro de Documentación y Estudios de Iberoamérica, Universidad de Montevideo, septiembre 2021.